Las etapas de fractura en Vaca Muerta volvieron a derrumbarse en el primer mes de 2020: fueron apenas 346 en el prodigioso yacimiento neuquino. La nueva caída se asemeja a uno de los peores registros de los últimos tiempos, con valores asimilables a 2017, un momento en que el shale recién transitaba su despegue. Esas 346 fracturas representan una baja de 25% contra diciembre y una retracción de 18,5% interanual. El pico anterior fue agosto pasado, con más de 600 fracturas.

El indicador es la principal referencia de los niveles de perforación en las áreas no convencionales y, según consignó La Mañana de Neuquén, muestra un duro pantallazo de los yacimientos golpeados por la falta de inversión del último semestre producto del congelamiento del precio del barril criollo.

Según los datos del revelamiento realizado por NSC Multistage, la actividad estuvo muy concentrada en pocas manos, es decir, un gran número de empresas está en un impasse. YPF volvió a ubicarse como la petrolera con mayor actividad en la Cuenca Neuquina, con 179 fracturas realizadas. Vista Oil & Gas (liderada por “El Mago” Galuccio) con 98 y PAE con 56 completan el podio de las que más actividad desarrollaron en el segmento no convencional. Se les suma Shell, con otras 13, para el total de 346. Todas estas empresas registraron fuertes bajas respecto del mes anterior. YPF, por ejemplo, había hecho más de 300 fracturas en el último mes de 2019.

Si bien hay factores estacionales que se conjugaron para mostrar estos magros números, la situación en Vaca Muerta está en modo “wait and see” hasta que haya nuevas reglas de juego más atractivas para la inversión y producción.

Según el diario de Río Negro, ese panorama está induciendo la retirada o achicamiento de varias empresas de servicios (las que hacen las fracturas) de la zona. Algunas, incluso, comenzaron a repatriar sus torres y bombas hacia Estados Unidos.

Fuente: El Economista.