Vaca Muerta en el medioevo
Podemos esperar y reclamar como vasallos mendigando al señor feudal o aprovechar para mejorar los procesos e implementar mejores prácticas.
Las consecuencias de la aparición del coronavirus y el desacuerdo de reducción de cuotas de producción de petróleo entre Rusia y Arabia Saudita como cabeza de OPEC (1) están desatando otra pandemia en Vaca Muerta como la peste negra en la Edad Media.
El desplome del precio internacional del crudo ha generado pánico en los actores de la industria, luego del congelamiento de precios de los combustibles y la incertidumbre e indefiniciones del cambio de gestión. El miedo paraliza. Por ende, la actividad y las inversiones.
Hablamos de la necesidad de fondos contracíclicos como el cobre de Chile o noruego cuando llegó la crisis. No lo hemos implementado en épocas de vacas gordas para poder utilizarlo ahora
Esta analogía con aquella época nos trae a la mente numerosas similitudes: un blindaje que nos proteja como la cuarentena, el feudalismo y las ciudades estado imponían un cerramiento como el que exige el coronavirus y el cierre de fronteras a través de los proteccionismos locales (2) intentando defender las prerrogativas dentro de las paredes del castillo.
Las provincias petroleras, en especial Neuquén, no se encuentran ajenas a esta problemática. Sus recursos están atados a la suerte de Vaca Muerta. Hablamos de la necesidad de fondos contracíclicos como el cobre de Chile o noruego cuando llegó la crisis. No lo hemos implementado en épocas de vacas gordas para poder utilizarlo ahora (3) . “Un modelo en el cual los países o provincias viven [y gastan] más allá de sus posibilidades es insostenible y está condenado al fracaso”, reitera Issing Otmar.
Todo lo que era valioso se diluye en la psicosis apocalíptica de la pandemia del coronavirus. Es el karma de los gobernantes autóctonos. Van de una emergencia a otra sin haber resuelto la primera. Lo urgente recomienda concentrarse en el corto plazo.
Como sucede con casi todos los gobiernos, el de Fernández confía en hacer cosas con palabras. Por eso aparecen algunos fetiches. En el plano fiscal, la palanca verbal es “solidaridad”. En el financiero, “sostenibilidad” y en Vaca Muerta “blindaje”.
El progre gobierno nacional se encuentra titubeando frente al dilema de un proteccionismo a las petroleras a través del barril criollo o precio sostén para que no se derrumbe la actividad, subsidiado por los consumidores de combustibles que siguen esperando ilusamente que bajen los precios de las naftas cuando baja el precio del petróleo. “Deberíamos sostener un valor del barril que no afecte el trabajo” declaró Martínez el diputado K neuquino presidente de la Comisión de Energía.
Con el mismo criterio se podría argumentar que habría que garantizarles a las empresas de turismo, hotelería y aerolíneas un mínimo de ingresos que les permita subsistir y “que no afecte el trabajo del sector” y de otros sectores que están siendo afectados aún mucho más que las petroleras.
En cambio, la estrategia y reacción de Trump ha sido expedita: anuncio de baja de impuestos a algunas compañías de shale que se vieron más afectadas por el desplome de los precios y a su vez el gobierno norteamericano planea comprar millones de barriles para quitar petróleo barato del mercado. Al mismo tiempo, incrementarán sus reservas.
En el medioevo, ese largo período de mil años hubo todo tipo de hechos y procesos muy diferentes entre sí, diferenciados temporal y geográficamente, respondiendo tanto a influencias mutuas con otras civilizaciones y espacios como a dinámicas internas. Muchos de ellos tuvieron una gran proyección hacia el futuro, entre otros los que sentaron las bases del desarrollo de la posterior expansión.
Hoy, como en aquel entonces, las consecuencias no van a ser negativas para todos. Los supervivientes acumularon inesperadamente capital, que pudo en algunos casos invertirse en empresas comerciales o se habían preparado para el futuro. Las alteraciones de los precios de mercado de los productos, sometidos a tensiones nunca vistas de oferta y demanda, cambiaron la forma de percibir las relaciones económicas: “La mentalidad social se fue alejando del conformismo temeroso para acoger otras concepciones que implican una nueva forma de afrontar el futuro y las novedades”.
Aparecen las distopías (4), esas representaciones de un futuro alienado y hostil que invitan a mirar el presente como un eslabón doloroso entre un pasado ficticio pleno de felicidad y el porvenir fatal.
Esas formas narrativas invaden también la esfera política, donde la nostalgia se ha convertido en un reclamo para el voto de los infelices. Parecen decirle a la gente: nosotros hemos fabricado la máquina del tiempo y te vamos a devolver al lugar que te mereces. Y no, la madurez consiste ni más ni menos en la aceptación del tiempo que nos toca vivir. Por eso la distopía solo es interesante si se maneja como un juego de espejos con la realidad, a favor de la ocuparse y aprestarse, y en contra de ese mirar para otro lado en el que nos hemos dejado arrastrar.
Podemos esperar y reclamar como vasallos mendigando al señor feudal o aprovechar para mejorar los procesos, implementar mejores prácticas, alinear intereses del “board”, “management” y “labor”, generar innovaciones, propiciar asociaciones, desarrollar optimizaciones y eficiencias, deponer egos y privilegios. En definitiva, procurar que Vaca Muerta sea competitiva aun con precios del crudo de 30 dólares el barril o 2 dólares para el millón de BTU en el caso del gas natural y ser rentables con esos valores si pretendemos no quedar a la merced de estos vaivenes.
Con la peste negra se les echó la culpa a los judíos, a los extranjeros y peregrinos. Nos encontramos frente a una problemática compleja. No se resuelve reduciéndola a afirmaciones simplistas o búsqueda de culpables o soluciones mágicas que impiden explorar nuevas alternativas, viables, sostenibles y razonables. También podemos seguir reclamando por los derechos que se nos arrebatan, porque el pasado fue mejor; o esforzarnos y concentrarnos en mejorar. Nos recuerda la historia: ¡prosperaron las nuevas ideas!
*Ingeniero, exsecretario de Energía de la Prov. de Neuquén
Fuente: Río Negro.