Renovables: Una industria verde puede crear en Argentina 82.000 empleos y captar u$s90.000 millones en inversiones

La Argentina tiene un reconocido potencial para el desarrollo del hidrógeno, pero se encuentra muy rezagado en el lanzamiento de los orimeros prouectos. No obstante ello. un ejercicio técnico de proyección niveles de producción y demanda de inversión refejó el peso de esta inicipiente industrial global, en plena etapa de maduración.
Argentina tiene puesto en marcha un ambicioso plan para posicionarse como un actor clave en la economía global del hidrógeno de bajas emisiones. No es ya con una visión pública de impulsar las millonarias inversiones que requiere este desarrollo sino con una participación decisiva de las empresas locales y fundamentalmente del exterior que valoran el potencial energético local.
Sin embargo, la Estrategia para el Desarrollo de la Economía del Hidrógeno busca transformar la matriz energética del país, impulsar la descarbonización de diversas industrias y generar una significativa cantidad de empleo calificado. Con metas concretas para 2030 y 2050, el país se prepara para un futuro donde el hidrógeno será un pilar fundamental de su desarrollo sostenible.
La estrategia establece objetivos audaces: para el año 2050, Argentina aspira a producir al menos 5 millones de toneladas de hidrógeno anualmente, destinando un 20% de esta producción al mercado interno. Esta meta no solo apunta a satisfacer las necesidades energéticas nacionales, sino también a consolidar a Argentina como un exportador competitivo de este recurso vital.
La visión es clara: aprovechar las ventajas comparativas del país para lograr costos de producción bajos y desarrollar capacidades industriales y tecnológicas a lo largo de toda la cadena de valor del hidrógeno.
Hasta hoy hay identificados distintos tipos de hidrógeno, diferenciando entre el industrial y el de bajas emisiones. Dentro de este último, se hace especial hincapié en el “hidrógeno verde” (producido a partir de energías renovables) y el “hidrógeno rosa” (generado con energía nuclear), además de considerar el “hidrógeno azul” (producido a partir de combustibles fósiles con captura de carbono).
Competitividad y costos de la Argentina al servicio del hidrógeno
Las estimaciones para 2030 y 2050 posicionan a Argentina entre los niveles más bajos de costos de producción proyectados por la Agencia Internacional de Energía. Esa visión se debe potenciar con el impulso de competitividad en los polos de producción de hidrógeno para crear y promover el mercado interno y el mercado de exportación.
Se estima que en 2050 se podrá producir hidrógeno verde a partir de la utilización del recurso eólico en la Patagonia a 1,4 USD/kg y en 2030 a 1,7 USD/kg. En el caso del hidrógeno azul, se alcanzará un costo de 1,1 USD/kg desde 2030 en adelante.
Para esos resultados, se debe promover el desarrollo de proveedores locales de bienes de capital, insumos y equipamiento, y de servicios basados en conocimiento, especialmente en asociados a las demandas de los polos de producción. También impulsar proyectos demostrativos de escala piloto, que permitan estimar costos reales de producción de hidrógeno de bajas emisiones con diferentes tecnologías, en diferentes localizaciones y considerando la parte logística.
También se propone mejorar la eficiencia de las tecnologías críticas para la producción de hidrógeno de bajas emisiones, como ser en electrólisis y tecnologías de CCUS, a partir de la transferencia tecnológica y la innovación, aumentar la generación de energías renovables a costos competitivos y crear mecanismos institucionales que apunten a reducir los costos financieros de los proyectos de hidrógeno y mejorar el horizonte de planeamiento de la inversión.
Las claves de la inversión, exportación y empleo
En cuanto a las exportaciones, las metas son igualmente ambiciosas: se proyecta una exportación de 0,3 millones de toneladas anuales para 2030, escalando a un impresionante 4 millones de toneladas para el año 2050. Estas cifras posicionarían a Argentina como un proveedor global de hidrógeno de bajas emisiones, abriendo nuevas oportunidades comerciales y fortaleciendo su rol en la transición energética mundial.
La implementación de esta estrategia requiere una inversión significativa en infraestructura. El plan detalla la necesidad de desarrollar redes de transporte, almacenamiento y distribución de hidrógeno, así como la modernización de las instalaciones industriales para integrar esta nueva fuente de energía.
La magnitud del desafío se refleja en la proyección de inversiones: se estiman alrededor de 90 mil millones de dólares estadounidenses necesarios para materializar la visión de la economía del hidrógeno en Argentina.
Un aspecto crucial y altamente beneficioso de esta iniciativa es el impacto esperado en el empleo. La estrategia prevé la creación de más de 80.000 puestos de trabajo calificados a lo largo de toda la cadena de valor del hidrógeno.
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Fuente: Iprofesional