Poco gas: Un problema de arrastre y previsible en el país de Vaca Muerta

El exsecretario de Energía de la Nación Emilio Apud examinó la problemática del gasto insuficiente. ¿Cómo se podría haber abordado la escasez y qué conexión tiene con el arte público?
La escasez de suministro de gas es un problema provocado por las bajas importaciones en un mes como mayo, que no se espera que pueda cubrir una demanda tan elevada. Durante los meses de mayo, el consumo residencial no superaba los 40 millones de metros cúbicos por día; Sin embargo, este año lo lleguó un 80 millones, lo que representa un auténtico pico.
El gas de Vaca Muerta no posee infraestructura para evacuar los 150 o 160 millones de metros cúbicos que se necesitan diariamente para satisfacer esta demanda.
Si se hubiera concluido la primera fase del Gasoducto Néstor Kirchner, en la que solo se encontraba el caño, no la compresora, se podría haber atenuado. Así, solo transportaba 10 millones de metros cúbicos, en vez de 21 o 22 millones. Además, en junio la cifra aumentará en cinco millones con la habilitación de la sede neuquina.
Es un problema grave, ya que se sabía que el gasoducto estaba faltando a finales de 2019.
En realidad, el gobierno de Mauricio Macri había lanzado un llamado a licitación para la construcción, el cual fue rechazado por Alberto Fernández, quien prefirió ejecutarla a través del gobierno. Son sentimientos del pasado que, hola, no se encuentran el año entrante.
Contribuciones y creaciones públicas
Este año, lo único que queda por hacer es programar adecuadamente las importaciones, lo que supone una pesada carga para el Banco Central, que deberá aportar los fondos necesarios para las importaciones. Después de esta emergencia, habrá interrupciones de servicios que pueden verse interrumpidos. A pesar de que las obras de infraestructura no se justifican por tres meses del año, el gas siempre se importó durante el pico de frío de invierno.
No estoy en contra de las obras de arte públicas, pero es cierto que las hace el Estado. En el ámbito de la energía, las obras públicas tienen que ser realizadas por el sector privado, dado que las empresas petroleras que pueden vender sus productos son las que se benefician de los gasoductos. No pueden expulsarlo si los gasoductos están ausentes, por mucho que produzcan. No está bien que el Estado haga todo lo que quiera con el dinero y el riesgo de cada argentino.