Las exportaciones graduales serán permitidas hasta que superarán los u$s11.000 millones del año. El único en San Juan que comenzó la construcción es Josemaría.

Argentina tiene el potencial de crecer exponencialmente en términos de cobre porque posee tanto el potencial geofísico necesario como proyectos de alfombra avanzados en términos de evaluación tanto técnica como económica.

En cinco provincias, existen ocho megaproyectos para producción de metal rojo en diferentes etapas de desarrollo, según datos de la Secretaría de Minería de la Nación. Durante los próximos años, su construcción requerirá inversiones por más de u$s22.000 millones y permitirá exportaciones graduales hasta superar los u$s11.000 millones del año.

El Pachón, que avanzaría en la etapa de factibilidad con una inversión inicial de u$s4.500 millones, y los proyectos Josémaría, el único que comenzó la etapa de construcción, con un capex anunciado de u$s4.100 millones, son los que se trata de este; Los Azules, en estudio económico preliminar (PEA) por u$s2.363 millones, Filo del Sol, con un costo de construcción de u$s1.266 millones, y El Altar, en exploración avanzada, se someterán a unos 3.000 millones. Todo ubicado en la provincia de San Juan.

El proyecto Minera Agua Rica Alumbrera (Mara) en Cataluña avanzó a la fase de prefactibilidad con un retorno de inversión proyectado de US$ 3.100 millones. El proyecto San Jorge, que tiene una inversión inicial de u$s370 millones, está ubicado en la región norte de Mendoza, mientras que la mina Taca Taca en Salta está en estudio económico preliminar por u$s3.583 millones.

Los proyectos que representan el 62% de las reservas totales de cobre en Argentina son los más relevantes en términos de reservas: El Pachón, Los Azules y Taca Taca. Su construcción y pusimiento en marcha exigirán más de u$s10.000 millones, casi la mitad de la inversión total proyectada.

En términos de producción, representarían un 3% de la participación global, con una capacidad de 693.000 toneladas al nivel de producción de 2020. Sin embargo, si todos los proyectos estuvieran operando a plena capacidad, la participación de Argentina bajaría al 5%, con un máximo volumen superior a 1,2 millones de toneladas anuales.

Según un senario en el que los 8 proyectos están produciendo a plena capacidad, para el año 2030, esto significaría un ingreso adicional de divisas que podría superar los u$s11.100 millones anuales. La importancia del resultado de esta proyección es más alta, dado que solo las exportaciones de estos ocho proyectos podrían superar el valor exportado por todo el sector minero en su totalidad.