Nación “actualiza” el texto del Plan Gas 4
El ministerio de Economía busca reducir la carga fiscal del acuerdo de Kulfas con productoras. Tiene el desafío de hacerlo atrayente para las inversiones.
“Se están realizando actualizaciones al texto. La línea es la misma que ya se había comenzado a acordar con las productoras. No es que se va a ir en contra de las negociaciones previas”, dijo una fuente del gobierno nacional consultada para este nota.
Lo que se busca hacer por estas horas es “bajar el costo fiscal, pero conservando las motivaciones para que las empresas inviertan”, añadió otra fuente consultada.
La frase hace alusión a la porción significativa de recursos que inyectará el Estado para sostener el precio de un bloque de producción que, de acuerdo al plan que se conoce, implicaba un “premio” para unos 70 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d) de producción.
Para ese segmento de la producción argentina se preveía un valor del orden de los 3,40 dólares por cada millón de BTU. Aunque otras fuentes de la industria sostienen que es una franja variable que llegado el caso se aproximaría más a los 4 dólares. En la hipótesis de mínima, es un valor que implica casi un dólar más respecto del precio promedio ponderado de las subastas del MEGSA (mercado electrónico del gas) para las licitaciones encargadas por CAMMESA.
En el ministerio de Economía de la Nación hablan de “armonizar intereses con los de la industria, teniendo en cuenta el efecto en la macroeconomía y en el bolsillo de la gente”. “La propuesta va a ser un incentivo suficiente para que haya inversiones”, consideran en la cartera económica nacional.
El país lo necesitará: el declino de los pozos en Vaca Muerta re quiere de una solución en la que el paso del tiempo es una variable determinante.
El nuevo estímulo a la producción, se pensaba, estaría vigente en agosto. Pero tal como lo anticipó +e, los plazos se corrieron hasta octubre. Una hipótesis optimista podría establecer su entrada en vigencia desde este mes.
Los plazos que se desprendan del acuerdo son una clave: se necesitan unos seis meses para poner a producir nuevos pozos perforados, que permitan evitar compras de gas al exterior, algo que implicaría una presión adicional sobre el dólar en las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Es este el contexto en el que se debate el mercado el gas y el aprovisionamiento en Argentina. Por un lado, los grandes rendimientos de los pozos de shale gas (y la necesidad de alimentarlos con inversiones para evitar su declinación), y por el otro las condiciones macroeconómicas que permitan al gobierno nacional no tener que enviar más dólares al extranjero, y dar una señal, también para las economías regionales dependientes de los hidrocarburos, como el caso de Neuquén.
Fuente: Más Energía.