La Unión Europea busca para recortar fuertemente las importaciones de gas ruso en este año

El plan se supo en momentos en que Estados Unidos amenaza con una prohibición al petróleo ruso.
Ayer la Unión Europea mostró su intención de reducir este año en dos tercios sus importaciones de gas de Rusia, antes de una cumbre del bloque en que se discutirán formas de poner fin a la dependencia de los hidrocarburos rusos.
La propuesta, que no es vinculante, exige que el 90% de la capacidad de almacenamiento de gas en la UE se llene antes del 30 de septiembre, frente al 30% actual.
Kadri Simson, comisaria europea de Energía, dijo que la Comisión Europea presentará en abril un proyecto de legislación para establecer un nivel promedio de almacenamiento de reservas para el mes de septiembre, con objetivos específicos para cada país.
Simson adelantó que la Comisión buscará cortar su dependencia de Rusia utilizando nuevos suministros de gas, aumentando las reservas para el próximo invierno y acelerando los esfuerzos para ser más eficientes energéticamente.
“A finales de este año, podemos reemplazar 100.000 millones de metros cúbicos de importaciones de gas de Rusia. Eso es dos tercios de lo que importamos de ellos”, dijo en Estrasburgo, Francia, el vicepresidente de la Comisión Europea Frans Timmermans, responsable por la formulación de políticas de la UE sobre energía y cambio climático.
En su plan, la UE aspira a volverse completamente independiente del gas, el petróleo y el carbón rusos para 2030.
Timmermans, sin embargo, instó a la precaución. Rusia suministra el 40% por ciento de las necesidades de gas de la UE. Italia, Alemania y varios países de Europa central son particularmente dependientes de ese gas.
Alrededor del 25% de las necesidades europeas de petróleo también son cubiertas con crudo importado de Rusia.
Esta dependencia ha llevado a las naciones de la UE a rechazar los insistentes llamados de Ucrania y Estados Unidos para sancionar severamente al sector energético de Rusia por la invasión militar al territorio ucraniano.
“La realidad es que hay un buen número de nuestros estados miembros que se verían en serios problemas si de la noche a la mañana Rusia dejara de proporcionar” esa energía, admitió Timmermans a eurodiputados.