Las bajas temperaturas de mayo han vuelto a poner de relieve la necesidad de que Argentina amplíe su sistema de gasoductos para disminuir su dependencia del combustible importado y lograr un ahorro significativo en dividendos y subsidios.

La mayoría de estas obras estarán listas después del invierno, aunque se espera incorporar nuevas capacidades de transporte en los próximos meses.

La reversión del Gasoducto Norte, una obra importante en este contexto, se completará el 31 de agosto. Este proyecto ha tenido contratiempos producto de la necesidad de insumos esenciales y desafíos con algunos contratistas, que se han visto agravados por el conflicto en Ucrania y los cambios de gobierno.

A pesar de estos desafíos, los trabajos avanzan con la soldadura de los primeros 100 kilómetros de nuevo terreno. El tranvía Techint-Sacde, que arrancó primero, está más avanzado y se prevé que este tramo entre en funcionamiento a finales de agosto.

Paralelamente, el compresor de la planta de Tratayen entrará en funcionamiento a finales de junio o principios de julio, mientras que el compresor de Salliqueló estará operativo en septiembre u octubre.

En la generación eléctrica, estas plantas posibilitarán un aporte adicional de 5 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d) de gas, igual a los 11 MMm3/d del primer tramo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK).