Darío Martínez sigue trabajando en la ley de promoción petrolera. Pero advirtió que el objetivo de la misma es elevar los niveles de extracción. Sin un compromiso de las empresas al respecto “la ley no tiene sentido”.

Ya desde sus tiempos de diputado nacional por Neuquén, Darío Martínez, hoy secretario de Energía de la Nación, trabaja en una ley de incentivo a las inversiones en el sector petrolero. De hecho, el tema fue parte de los anuncios del presidente Alberto Fernández en su discurso inaugural de marzo del año pasado.

Luego de asumir en Energía, Martínez ratificó que -pese a la pandemia- la idea de una nueva ley de promoción petrolera seguía en pie. Pero la prioridad erar terminar, lo que había iniciado su antecesor, Sergio Lanziani, bajo el ala del ministerio de Matías Kulfas: el Plan GasAr para garantizar el abastecimiento del fluido durante el próximo invierno.

Con el GasAr en marcha, la mirada volvió al sector petrolero. Este, hoy ha mejorado sus variables macroeconómicas, volviendo a niveles pre pandemia. Al menos, en lo que hace al valor internacional del barril de crudo. Se esperaba que la norma fuera enviada antes de fin del 2020 al Congreso, pero no pasó.

El tema fue tratado este martes en una entrevista que el suplemento +e de La Mañana de Neuquén le hizo al secretario de Energía. Confirmó que la idea de avanzar en una ley que impulse mayor inversión en el sector sigue en pie. Pero que para que se cristalice es indispensable el compromiso de las productoras de incrementar la producción de petróleo.

Como pasó con el gas, el objetivo es incentivar la exportación de crudo, pero no a costa del abastecimiento interno ni el encarecimiento hacia adentro de las variables que dispara el precio del petróleo, sino en base a mayor volumen de extracción. Un borrador, sobre finales del año pasado fue presentado por Martínez a las operadoras. “El Gobierno está esperando la propuesta de las productoras”, reveló el titular del área energética que ahora depende del Ministerio de Economía a cargo de Martín Guzmán.

Fue tajante al señalar: “Querer una ley de incentivo y no plantear objetivos de producción, no tiene sentido”. El funcionario tiene en claro que la extracción de crudo en la Argentina viene en declive, más allá de que hay realidades diferentes según el tipo de yacimientos que generan, a su vez, costos operativos diversos.

Por eso la ley, que algunos creían sería con el sello de Vaca Muerta, se anticipó, tendría la misma mirada que para el gas, donde el convencional, también tuvo su lugar preponderante. “El Estado está a disposición para generar un esquema de incentivos para poder exportar más y aumentar la producción de petróleo, sin lugar a dudas” dijo Martínez. Y señaló la certeza de que “eso nos va a generar más divisas, más puestos de trabajo, más pymes” y remarcó “la misma impronta del Plan Gas.Ar la queremos en esta ley de incentivos”.

Más allá de que el Gobierno nacional es conteste de un 2020 que, para el sector petrolero fue, muy difícil debido al impacto de la pandemia, Darío Martínez remarcó que lo que se busca con la ley es dar las condiciones para que el sector se recupere. “Pero acá las principales socias tienen que ser las productoras que tienen las áreas, por eso tienen que estar contagiadas con este entusiasmo”, aclaró.

Por la falta de demanda interna y la capacidad de almacenamiento, fueron muchas las operadoras que optaron por la exportación de crudo. De hecho, la cuenca del Golfo San Jorge volvió a exportar luego de 9 años de no hacerlo. Con precios externos que superan los USD 55, con máximos de USD 57, el interés por exportar sigue firme. Pero el Gobierno apunta a que sea en base a mayor producción y no en detrimento del mercado interno

Fuente: La Opinión Austral.