Así lo estima la Secretaría de Energía que está en un proceso de identificar las medidas que permitan reducir el impacto de emisiones en las operaciones hidrocarburíferas.

El venteo de gas natural es un tema pendiente para la producción de hidrocarburos y su resolución es una de las medidas identificadas para reducir el impacto de las emisiones de toda la industria, de manera de no perder al competitividad de recursos tan abundantes como los de Vaca Muerta ante una demanda que quiere gas y petróleo bajos en carbono, algo que se podrá transformar en una barrera de los mercados internacionales en poco tiempo.

En ese sentido, la Secretaría de Energía de la Nación estima que la industria ventea como parte de sus operaciones de producción el gas equivalente a 14 días de consumo de la Argentina. Es decir, no sólo una afectación económica de magnitud sino un daño ambiental que se puede evitar.

La industria de los hidrocarburos en la Argentina en un futuro cercano deberá posicionarse como un productor de petróleo y gas que cumpla con las metas de emisiones de las compañías, ya sean sus accionistas locales o sus casas matrices, pero también de los mercados de exportación que tienen sus propias metas de reducción de emisiones de carbono.

En ese escenario, la actual gestión de gobierno nacional ya declaró que, más allá de que el país hoy sea un exportador neto de hidrocarburos bajo en carbono con respecto a lo que en la actualidad consume el mundo, debe asumir los compromisos asumidos como país pero no desde la gestión activa del Estado sino desde los privados.

Voceros de la Secretaría de Energía, en ese sentido, consideraron a Mejor Energía que “si bien la Argentina viene de una desinversión sostenida de dos décadas, es necesario encarar que cada uno libremente los desafíos de la transición energética”, y que cada empresa pueda optar la modalidad y velocidad de esa adecuación con un Estado limitado a generar instrumentos para que el país cumpla tanto con los compromisos puertas adentro como los internacionales.

En esa línea de orientación, la Secretaría tiene la potestad de establecer derechos de emisión de Gases Efecto Invernadero (GEI) como mínimo en el sector energético, aunque la aspiración es involucrar todos los sectores de la producción. Eso en gran medida, se confía, “va a marca el camino hacia donde tiene que desarrollarse la industria para ser un país fuertemente exportador” que le permita aprovechar sus recursos en la ventana de las próximas décadas.

Y en ese objetivo, el nivel de emisiones para producir un barril de petróleo o una molécula de gas no debe ser una barrera para llegar a los grandes mercados, por lo que la Secretaría anticipa que se trabaja en identificar medidas costo-efectivas, que tienen “la doble búsqueda de mejorar la sustentabilidad de las operaciones a lo largo de toda su cadena y al mismo tiempo incrementar la productividad”.

Las mismas fuentes explicaron se trata de dar libertad plena para que cada uno decida la mejor opción de descarbonización, ya sea pasar una flota 100% a biocombustibles, o electrificar con renovables un equipo de perforación o toda la actividad en un área de producción porque “la demanda quiere comprar hidrocarburos bajos en emisiones”.

Para acompañar, se asegura, se está generando una normativa y regulación que remunere o facilite la eficiencia energética, básicamente porque el sector se puede encontrar “con un cuello de botella que genere una situación crítica ante lo cual es necesario anticipar una solución posible con la gestión de la oferta ante el perfil y las regulaciones de la demanda y las herramientas disponibles de reducción de emisiones”.

Comienza el debate

Como ejemplos, desde la Secretaría de Energía se señala que la cantidad de gas natural o metano venteado libremente equivale a 14 días de consumo de la Argentina de gas natural. “Abatir ese venteo es absolutamente costo efectivo, hoy no está pero a la hora de decir qué cosas las compañías pueden hacer para no superar determinado umbral de derechos de emisión gratuitos” se señaló al asegurar que se van a poner sobre la mesa medidas de este tipo sobre las cuales trabajar.

Empresas del sector ya vienen trabajando en los últimos tiempos en buscar soluciones para el uso de gas quemado o asociado, ya sea para la generación de energía para autoconsumo o el sistema, la producción en el sitio de GNC para gasoductos virtuales, o el abastecimiento de la demanda para minado de criptomonedas y eventualmente de la inteligencia artificial, lo que además de un negocio mantiene la ventaja competitiva en emisiones por barril.

De la misma manera, en otro tramo de la cadena, se pondrá foco en la necesidad de analizar cómo se puede transportar la arena desde Corrientes u otros yacimientos hasta Vaca Muerta. “Dejemos de usar gasoil para el transporte de arena para el fracking, usemos GNC o GNL con eso las emisión es se reducen un 65% respecto de los combustibles líquidos”, se resaltó.

De la misma manera se avanza en un proceso de reconversión de infraestructura y equipamiento hacia una mayor eficiencia energética que permita disminuir del orden del 15% las pérdidas que existen en el sistema de transporte y distribución del sistema eléctrico. Evitar ese margen tiene un efecto en escala teniendo en cuenta que más del 50% de la generación de la Argentina tiene origen en las centrales térmicas que operan a gas o combustibles líquidos.

Vaca Muerta low carbon

Semanas atrás, en Neuquén tuvo lugar la primera Jornada de Mercado de Créditos de Carbono, en la que se resaltó que el gobernador Rolando Figueroa estableció como prioridad lograr que la industria del oil & gas disminuya su huella de carbono y pueda ir mejorando sus procesos para llegar a los mercados mundiales.

Rolando Figueroa, gobernador de Neuquén: “Trabajamos para que Vaca Muerta sea con cero emisiones de carbono”.
“Vaca Muerta no sólo nos va a permitir monetizar nuestro subsuelo, sino que estamos trabajando para que sea con cero emisiones de carbono. Es algo ambicioso, pero no es imposible”, dijo Figueroa al respecto en referencia a la vinculación a los esfuerzos de descarbonización con el mundo financiero, y los mercados y bonos de carbono.

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Fuente: Mejor Energía