Empresas: Cuánto se ahorrará la Argentina cuando deje de importar gas

Con inversiones récord y un plan de expansión en petróleo y gas, la empresa proyecta aumentar su producción, reducir importaciones y participar en proyectos estratégicos de infraestructura.
Pampa Energía atraviesa un momento clave: con inversiones que alcanzan cifras históricas, la compañía diversifica su negocio más allá del gas y apunta a convertirse en un jugador central también en petróleo.
“Tenemos inversiones que vienen creciendo año a año y en 2025 estamos en un récord absoluto: casi US$1100 millones, de los cuales entre el 70 y el 80% está enfocado en el desarrollo de nuestra área petrolera Rincón de Aranda, un yacimiento no convencional ubicado en Neuquén”, detalló Gustavo Mariani, CEO y vicepresidente de Pampa Energía, a la periodista Sofía Diamante, en el summit de Energía organizado por LA NACION.
Estos números representan un hito para una compañía, que tiene 20 años y que durante mucho tiempo estuvo focalizada en el gas, pero que hoy amplía su negocio: “La empresa tiene una filosofía de negocio diversificado y, por eso, trabajamos en la generación y en la transmisión eléctrica, también en la producción y el transporte de gas, y ahora nos vamos a convertir en petroleros”, agrega Mariani, y brinda números de cómo se encuentra la producción actual de Rincón de Aranda: cuentan con 15 pozos completados, unos 25/30 perforados y entre 15 y 16 en producción. “Apuntamos a estar en 50.000 barriles diarios a fines del año que viene, aproximadamente US$1200 millones de venta por año, a los precios de ahora”, lanza el CEO de la firma.
Si bien Pampa Energía se sumará a la mesa de los petroleros, seguirá siendo productor de gas. De hecho, son accionistas de TGS (transportadora de gas del sur), que tiene en cartera un proyecto para ampliar el gasoducto Perito Moreno, antes llamado Néstor Kirchner.
“Es una propuesta necesaria, porque aunque la Argentina tiene reservas de gas para 300 años de consumo -según los niveles de consumo actuales- el país sigue importando gas licuado o combustibles líquidos, que podrían ser reemplazados por gas natural local a una fracción del costo. Y esto es porque nos falta infraestructura: no tenemos capacidad de transporte para hacer llegar el gas que se produce en Neuquén al centro de consumo que es la zona de Buenos Aires y el Litoral”, explica Mariani, que detalla que se trata de un proyecto que demandará una inversión de alrededor de US$700 millones.
Ante la consulta sobre cuánto se podría ahorrar el país con esta producción, aseguró que, en términos de divisas, “generaría un ahorro de alrededor de US$500 o 600 millones por año, que dejaríamos de importar y reemplazaríamos por el gas local”. Explica que, además, se reemplaza a una fracción del costo, por lo que el valor de abastecimiento de energía para el país es todavía más bajo. “Hoy, como sigue habiendo algo de subsidio al sector residencial, generará un ahorro de divisas y fiscal, porque se reducen los subsidios, al abaratarse el costo de suministro”, agrega.
Por su parte, en cuanto a la producción de gas, revelan que este año tuvieron un récord, y llegaron a generar 17 millones de m³ por día, aunque aclaran que, en promedio, producen menos, porque la demanda es menor (venden alrededor 13 millones de m³ por día). Vale aclarar que, en la Argentina, el pico de producción alcanza los 160 millones de m³. “Eso nos convierte en el cuarto productor de gas de la Argentina, ya que generamos un poco más del 10%. En electricidad, lideramos la producción”, detalla Mariani.
Un contexto económico desafiante
El panorama global muestra un contexto difícil: los precios internacionales se encuentran volátiles, entre ellos, el valor del Brent el año pasado estaba promediando los US$80, este año está cerca de los US$60 y ahora se ubica en US$68.
“Es un contexto desafiante, financieramente más exigente, pero estaba dentro de las previsiones. Cuando el año pasado se miraban los precios futuros, el petróleo, al ser un commodity tan desarrollado, tiene precios futuros a largo plazo, por lo que se sabía que venían precios más bajos. Hacia adelante, indican una situación bastante estable, rondando los US$65 los próximos dos o tres años”, explica Mariani.
En cuanto al marco regulatorio actual, en el que el Gobierno impulsa cada vez más contratos entre privados y menos intervención estatal, asegura: “Lo vemos con muy buenos ojos, creemos que hay que ir hacia ahí”.
En el caso del petróleo, señala que este necesitaba aumentar su capacidad de evacuación y recientemente se completó Duplicar, “un proyecto totalmente acordado y financiado entre privados, que amplía la capacidad de traslado desde Vaca Muerta hasta Bahía Blanca”.
Además, detalla que están haciendo otro proyecto más grande, Vaca Muerta Sur, para llevar petróleo desde la cuenca neuquina hasta el Golfo San Matías, desde donde se exportará, con un ducto que tiene una capacidad de 500.000 barriles de petróleo por día. “Estas fueron obras de una magnitud enorme, pero totalmente acordadas entre el sector privado, donde el Estado no participó”, remarcó.
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Fuente: La Nación