Los datos oficiales de empleo referidos al pasado mes de mayo, fueron publicados ayer por la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la nación. La recesión ya se llevó 236.000 puestos de trabajo desde que asumió Javier Milei, y tres de cada cuatro empleos perdidos son del sector privado.

La recesión que atraviesa la economía nacional y que desde hace tiempo ya es patente en los bolsillos de millones de argentinos, comienza a ser reflejada con elocuencia en los datos oficiales. La caída de la actividad en el primer semestre del año ya destruyó 236.000 puestos de trabajo registrados.

La información surge del informe sobre «Situación y evolución del Trabajo Registrado» que dio a conocer en el día de ayer la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la nación, el cual registra el estado del mercado de trabajo hasta el pasado mes de mayo, dando cuenta del impacto profundo que el ajuste ha generado en el entramado productivo.

El informe oficial elaborado en base al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), indica que en el quinto mes de 2024 había en Argentina un total de 10.110.400 asalariados registrados. El dato implica que en los primeros seis meses de la gestión de Javier Milei se perdieron 236.000 puestos de trabajo.

En efecto, si se toman los datos correspondientes a noviembre de 2023, último mes completo de la anterior gestión de gobierno, el registro del mismo organismo oficial arrojaba un total de 10.346.900 asalariados. La caída en la cantidad de asalariados es por lo tanto del 2,28% en apenas seis meses.

Tres de cada cuatro puestos de trabajo que se pierden por la recesión, provienen del sector privado. La traducción es sencilla: el ajuste lo está pagando la actividad económica privada.

No obstante, el dato paradójico es que la mayor parte del ajuste establecido por la actual gestión de gobierno no recae sobre el sector público, sino sobre el sector privado. Entre noviembre de 2023 y mayo de 2024 se perdieron 158.500 puestos de trabajo en el sector privado, y 61.600 en el sector público. Además el empleo en casas particulares destruyó 16.400 puestos de trabajo.

El corolario del furioso recorte del gasto público que implementó Milei desde diciembre, es que tres de cada cuatro puestos de trabajo que se pierden por la recesión, provienen del sector privado. La traducción es sencilla: el ajuste lo está pagando la actividad económica privada.

La contrapartida es tan evidente como cruda. En el mismo periodo (diciembre/23 – mayo/24) la cantidad de monotributistas aumentó en 80.500 y la cantidad de trabajadores autónomos en 81.800. Los trabajadores que son expulsados del trabajo asalariado formal a raíz de la recesión, buscan emprender por cuenta propia para subsistir.

Neuquén, una isla

Al repasar la dinámica de la recesión hacia el interior del país, la imagen es todavía mucho más descriptiva. La cantidad de puestos de trabajo en las provincias (incluyendo monotributo y autónomos) retrocedió en promedio un 3,8% entre diciembre y enero. No obstante, los datos de empleo en Neuquén escapan a la media nacional.

De las 24 jurisdicciones provinciales argentinas, solo hay tres que escaparon a la tendencia nacional de destrucción de empleo en el primer semestre de Javier Milei: La Rioja donde la cantidad de puestos creció 0,66%, Misiones donde lo hizo 3,64% y Tucumán donde lo hizo un 6,32%.

En el resto de las provincias (incluido CABA), el resultado es una fuerte destrucción de puestos de trabajo en el primer semestre, con distritos muy puntuales en que el nivel de empleo cayó más del 10% en solo 6 meses. Es el caso de Jujuy (-10,27%), Formosa (12,3%) y Tierra del Fuego (13,81%).

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Fuente: Rio Negro