“El futuro no se detiene” es el nombre de la campaña lanzada recientemente por Repsol enfocada en la descarbonización y el impulso a proyectos asociados a la transición energética. El gas vehicular, una de las principales alternativas.

El cambio climático y los efectos adversos que provoca el calentamiento global, impulsó a las grandes compañías a introducir modificaciones profundas en sus estrategias para abordar el futuro inmediato.

Para ello alinearon a toda la cadena de valor con este compromiso, reorientando sus capacidades hacia metas más ambiciosas ligadas hacia esos objetivos.

En este contexto, Repsol lanzó una campaña denominada “El futuro no se detiene” enfocada en la descarbonización y el impulso a proyectos asociados a la transición energética.

Sus cuatro pilares son la movilidad eléctrica, el Gas Natural Comprimido, la energía eólica y el carsharing, una red de 500 vehículos disponibles para ser compartidos por usuarios que se dirijan a sitios cercanos y poder así evitar el uso del auto.

Estos se enmarcan dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que son una llamada universal a la adopción de medidas para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad. En 2015 la ONU aprobó la nueva agenda de desarrollo sostenible con 17 objetivos para 2030.

El compromiso con la sostenibilidad se articula en torno a 6 ejes: ética y transparencia, personas, operación segura, gestión de recursos e impactos, cambio climático e innovación y tecnología.

Al respecto, Josu Jon Imaz, Consejero Delegado de Repsol sostiene: “Apostamos decidida y continuamente por la sostenibilidad como eje imprescindible para generar valor hoy y en el futuro”.

Fuente: Surtidores.com