Una planta de energía nuclear china ha expresado su preocupación ayer después de que el propietario minoritario francés de la instalación dijera que había sido informado de una fuga en uno de los reactores de la central nuclear de Taishan y que convocó una reunión con su socio chino para discutirlo. No está claro exactamente dónde ha ocurrido la acumulación de gases, lo que deja a los expertos con grandes dudas sobre la gravedad del problema.

El gigante energético francés EDF posee el 30 por ciento de la empresa conjunta que opera la planta de energía nuclear de Taishan en la provincia de Guangdong, al norte de Hong Kong. Mientras que la estatal China General Nuclear Power Corp posee el restante porcentaje. El reactor de Taishan entró en funcionamiento en 2018 y fue el primer “reactor de potencia evolutivo” (EPR) de diseño francés de tercera generación que entró en funcionamiento.

Se están construyendo reactores EPR en Francia, Finlandia y el Reino Unido. La provincia de Guangdong es el principal centro de fabricación de China y se ha visto afectada por la escasez de energía en las últimas semanas que ha llevado al racionamiento de la misma.

“EDF ha sido informada del aumento de la concentración de ciertos gases nobles en el circuito primario del reactor número uno de la central nuclear de Taishan. La presencia de ciertos gases nobles en el circuito primario es un fenómeno conocido, estudiado y previsto en los procedimientos operativos del reactor”, dijo la compañía en un comunicado

Henry Sokolski, director ejecutivo del Centro de Educación sobre Políticas de No Proliferación con sede en Washington, dijo “Está claro que se escapó algo de gas de la barra de combustible, pero ¿también falló el recipiente de presión que contiene las barras de combustible?”.

El gobierno de Estados Unidos pasó la semana pasada evaluando un informe de una fuga en la planta de energía nuclear de Taishan después de que Framatome, subsidiaria de EDF, advirtiera sobre una “amenaza radiológica inminente”.Los funcionarios estadounidenses actualmente no creen que la situación represente una amenaza grave para la seguridad, destacaron. No obstante, una carta que había enviado al Departamento de Energía de EE. UU. de Framatome, que diseñó los reactores en Taishan y continúa ayudando a operarlos,incluía acusaciones de que China estaba elevando el límite aceptable para la detección de radiación fuera de la instalación nuclear con el fin de evitar apagarlo.

“Los datos mostraron que la estación de Taishan y su entorno circundante cumplen con los parámetros normales”,dijo China General Nuclear Power Corp en un comunicado el domingo.

“Según los datos disponibles, la planta está operando dentro de los parámetros de seguridad. Nuestro equipo está trabajando con expertos relevantes para evaluar la situación y proponer soluciones para abordar cualquier problema potencial “, afirmó Framatome en un comunicado el lunes en su sitio web.