América Latina requiere “una gran cantidad” de inversión en infraestructura de transporte terrestre para alcanzar sus objetivos de sostenibilidad, en línea con el Acuerdo de París y la Agenda 2030 de la ONU, así como para cerrar las brechas regionales de movilidad y mejorar la conectividad y la competitividad.

Esta es una de las principales conclusiones del informe “Transporte: El camino hacia el desarrollo sostenible de América Latina”, elaborado por Canning House, el principal foro británico de discusión sobre las condiciones políticas y económicas de América Latina.

Debido a los bajos niveles de inversión, América Latina sufre una “brecha significativa” en infraestructura. Según los autores del estudio, esto se traduce en “grandes oportunidades” para los inversionistas y proveedores de materiales de construcción para los sistemas de transporte.

Según el BID, para cerrar estas brechas, los países de América Latina deberán invertir 1,37 por ciento del PIB regional anual de 2019 a 2030 (o 976.000 millones de dólares).

Además, esta reducción debe tener un enfoque sostenible para abordar las preocupaciones sobre el impacto que los proyectos de infraestructura tendrían en el medio ambiente y la sociedad. Para ello, uno de los pasos clave que están dando las administraciones es mejorar los servicios de transporte público para evitar los autotransbordos.