Gas: Por qué Argentina importará gas en invierno, cuando Vaca Muerta no para de romper récords

El desarrollo productivo del inmenso complejo de Vaca Muerta, la segunda reserva de gas natural más grande del mundo y la cuarta de petróleo, instaló la promesa de una producción abundante de ambos hidrocarburos, que permitiría lograr el autoabastecimiento y exportaciones.
Sin embargo, la llegada de los días de frío parece desafiar esta expectativa, porque continuarán las importaciones de gas. ¿Cómo se explica este “contrasentido” desde la perspectiva de la industria energética?
La clave de esta aparente contradicción no reside hoy en una baja producción local. Por el contrario, la principal barrera es la ausencia de la infraestructura indispensable para transportar el gas desde los yacimientos, predominantemente en Vaca Muerta (Cuenca Neuquina), hasta los grandes centros de consumo, ubicados mayormente en la región pampeana, donde encontramos a las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba más la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Aunque existen gasoductos como el Centro Oeste, las tuberías del complejo TGS y el reciente gasoducto Perito Francisco Pascasio Moreno (ex Presidente Néstor Kirchner) que amplió la capacidad desde Vaca Muerta, la red presenta las limitaciones propias de la capacidad instalada.
Picos de frío: ¿por qué importar GNL es “más barato” que usar gas propio?
La demanda de gas no es constante a lo largo del año. Los inviernos traen consigo picos de demanda, puntuales y de corto plazo. En áreas como Buenos Aires, un día de frío intenso puede disparar el consumo en unos 60 millones de metros cúbicos más por día. Sin embargo, estas oleadas de frío polar suelen ser breves, durando solo unos pocos días y repitiéndose dos o tres semanas al año, mientras que el clima general es templado.
Cada gasoducto tiene una capacidad máxima de transporte. Cuando las temperaturas invernales elevan la demanda por encima de esta capacidad, es cuando aparece la necesidad de importar gas, ya sea desde países vecinos o en forma de Gas Natural Licuado (GNL). La lógica detrás de esto es puramente económica: importarlo es la solución más barata para cubrir esos picos.
Mantener una red de gasoductos con la capacidad suficiente para abastecer estas demandas puntuales, que se usarían en su plenitud solo unos pocos días al año, implicaría costos muy superiores a los de las importaciones temporales de GNL. A esto se sumarían los sobrecostos de mantener yacimientos inactivos la mayor parte del año, esperando esos picos de demanda. En este sentido, la importación para cubrir picos estacionales es una práctica regular a nivel mundial.
Menos importaciones, pero aún necesarias
A pesar del crecimiento productivo, las importaciones, aunque reducidas, siguen siendo necesarias para los picos de demanda. En 2024, la balanza comercial energética logró un superávit histórico de $5.668 millones, el más alto en 18 años. El gas impactó en dichas cifras.
“Dada la estacionalidad de la demanda local de gas natural, aún con el incremento de la capacidad de transporte de gas natural desde la Cuenca Neuquina, en el pico invernal seguirán resultando necesarias las importaciones para abastecer el mercado doméstico. Dicho volumen podría ser abastecido a través de GNL de Escobar, por medio de importaciones desde Chile o de combustibles líquidos para la generación térmica”, explicó un reciente informe de la consultora Economía & Energía.
El año pasado, las importaciones de gas se vieron significativamente reducidas por la finalización anticipada del contrato con Bolivia en septiembre. También disminuyeron las compras de Gas Natural Licuado (GNL), pasando de 44 barcos en 2023 a 30 en 2024. Un hito destacado sucedió en diciembre, ya que fue el primer mes en muchos años en el que no se importó gas. Sin embargo, la necesidad persiste para los picos invernales que se históricamente tienen lugar en mayo, junio y julio.
“De todas formas, para el corriente año se prevé una importante disminución de las importaciones de gas natural y GNL, las que alcanzarían alrededor de u$s 653 millones, es decir, la mitad del valor de 2024. La reducción en las importaciones con relación a los volúmenes adquiridos en 2024 obedece a la ampliación de la capacidad de transporte de gas desde cuenca Neuquina, así como al incremento en los volúmenes inyectados en cuenca Austral”, proyectó la consultora que dirige Nicolás Arceo.
El costo del gas importado: ¿Cuánto impacta en el precio final?
El precio del gas importado, medido en dólares por millón de Unidades Térmicas Británicas (MMBTU), ha mostrado volatilidad. Si bien descendió de 10,67 dólares en el segundo trimestre de 2023 a 7,57 dólares en el primero de 2024, saltó a 17,7 dólares en el tercer trimestre de 2024.
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Fuente: Iprofesional