El desarrollo del yacimiento de Vaca Muerta está posicionando a la Argentina en un lugar expectante dentro del mercado global de la energía. Para el autor de esta columna, que recientemente editó el libro De Neuquén a Rusia, este es el momento para que los distintos actores de esta industria se pongan de acuerdo para consolidar esa posición y no dejar pasar la oportunidad histórica.

Vivimos en un mundo en crecimiento, con una población que ya superó el inquietante número de 8.000 millones de seres humanos, y en una etapa histórica en cuanto los adelantos científicos, tecnológicos e industria del conocimiento en general (inteligencia artificial incluida), con un cambio en la matriz del flujo del dinero frente a la aparición de nuevos elementos, como las criptomonedas.

Tantos avances han llevado al hombre a una calidad de vida superior (muy desigual en distintos paises del mundo, e incluso dentro de un mismo país o sociedad, lo cual es otro tema) y que requiere cada vez el consumo de más energía para satisfacer tantas necesidades.

Esta energía demandada ha sido (y sigue siendo) cubierta, además del carbón, principalmente por gas y petróleo. Dado el alto grado de contaminación que producen, la idea es reemplazarlos paulatinamente por energías renovables, pero todavía vemos una gran dependencia de ellas en casi todas las matrices de energía de los distintos paises del mundo.

Esta necesidad de energía hace que los precios de estos commodities se mantengan altos (la suba actual en Europa así lo confirma). Esto a nuestro país le conviene, y así lo han entendido los grandes jugadores y empresas mundiales involucradas en esta actividad, incrementando sus actividades en las regiones involucradas, lo que se refleja en los resultados y récords obtenidos que permanentemente vemos en los informes.

La mayoría de estas empresas tienen zonas designadas (principalmente en la provincia de Neuquén) en las que estar realizando fuertes inversiones, no solo para extraer el gas y petróleo, sino para almacenarlo, transportarlo y comercializarlo. Solo a modo de ejemplo podríamos citar:

El acuerdo que firmaron los CEOs de las siete principales empresas que operan en Vaca Muerta (YPF, Pampa Energía, Pan American Energy, Chevron, Pluspetrol, Vista y Shell) para construir la infraestructura necesaria destinada a duplicar las exportaciones de petróleo en un futuro muy cercano. Según los datos difundidos, dicha idea se plasmará en un RIGI de 3.000 millones de dólares.

El memorándum de entendimiento entre YPF y Shell para que en los próximos veinte años se logren exportar 140.000 millones de dólares de gas. Esto implica la construcción de nuevos gasoductos, plantas de licuefacción, utilización de buques de licuefacción y transporte, y todas las obras anexas para cumplir el objetivo. Se prevé exportar el equivalente a 40 millones de m3 por día.

Fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas. El mundo libra una batalla cultural en cuanto al cuidado del medio ambiente, y son numerosos los tratados acordados y firmados al respecto, respaldados por ONGs que trabajan al respecto, para acelerar esta transición, por lo que no se sabe a ciencia cierta cuáles son los tiempos de uso de cada energía. Por ahora, seguiremos usando mayoritariamente gas y petróleo.

Y en este panorama emerge Argentina, con reservas probadas en la formacion Vaca Muerta de shale oil que la ubican como la cuarta reserva más grande del mundo, mientras que en el shale gas se ubica en la segunda posición. Estamos ante una oportunidad histórica, en la que debemos emplear todas nuestras virtudes y sapiencia para aprovecharla al maximo. Ahora bien: ¿están dadas todas las condiciones para transitar esta etapa? ¿Es todo tan radiante como parece?

Son preguntas que vamos a analizar en este cuadro de fortalezas / oportunidades / debilidades / amenazas.

Fortalezas

Reservas comprobadas, lo que hasta ahora nos posiciona en los lugares mencionados.

Gran demanda mundial de combustibles.

Alto grado de profesionalización alcanzado en todos los procesos que involucra la actividad.

No obstante tener un costo mayor la explotación no convencional con respecto a la convencional, dicho costos entregan un producto final que todavía puede competir con otras fuentes de energía renovables.

Los costos en producir otras energías, ya sean renovables (solar, eólica, térmica, marina) o de otras fuentes (nuclear, mineral, biomasa, etcétera) son todavía muy altos, a pesar de las innovaciones que todos los días se producen.

Oportunidades:

La principal es la gran demanda propia y mundial, en un contexto donde acontecimientos inesperados alteran las vínculos internacionales y suministros, como el caso de las derivaciones de la guerra Rusia-Ucrania, que significó el corte de provisión de gas ruso a buena parte de Europa, principalmente Alemania, que rápidamente emprendió la tarea de buscar nuevos proveedores.

El grado de concientización que están adquiriendo las fuerzas empresariales para afrontar estos desafíos, que van a tener derivaciones a todas las actividades. Prueba de ello es la conformación del MONAPY (Movimiento Nacional de Pymes), que bajo la fuerza de un grupo de entusiastas y comprometidos empresarios de toda la Argentina han elaborado y presentado ante el Congreso una Ley Pyme que fortalecerá el entramado empresarial de nuestro pais.

Debilidades:

Uno de los principales problemas es la situación geográfica de Argentina con respecto a los grandes centros de consumo y a otros proveedores, por lo que debemos lograr ser competitivos en base a optimización de procesos para equiparar este tema.

La maraña fiscal, tributaria y burocrática de Argentina NO ayuda a esa competitividad, y a pesar de soplar nuevos vientos en el pais, muchos políticos y funcionarios aun no lo han entendido, por lo que hay que seguir trabajando fuerte en lograr ese cambio cultural y económico que nos posicione en el mundo. No podemos seguir teniendo esa cantidad estrafalaria de impuestos nacionales, provinciales y municipales que hasta en algunos casos se superponen y duplican.

Si bien se instrumentó el RIGI como facilitador para las grandes inversiones, se esperan señales en el tema crediticio para las Pymes y emprendedores menores.

Hay sectores del gremialismo que no aportan soluciones al conjunto de la actividad.

El “status quo” que impera en algunas cámaras, federaciones u organizaciones empresariales, que han creado su propio “microclima” y no permiten una apertura y participación total, siendo cómplices de acciones corporativas y a veces corruptas que atentan contra el normal y masivo desarrollo.

Las todavía incipientes medidas que generen reglas de juego claras, logrando una estabilidad jurídica que de mayor confianza a los inversores. Se ha avanzado en este tema, pero la confianza se construye con acciones en el tiempo.

Amenazas:

Descubrimiento de nuevos yacimientos que por su ubicación, volúmenes y costos de extracción más bajos hicieran no competitivos los nuestros.

Aparición de otras fuentes de energía que por sus beneficios suplantaran rápidamente al gas y petróleo.
El momento es ahora

Al ser commodities, tanto el gas como el petróleo dependen de los precios internacionales, los que a su vez son susceptibles de variantes por numerosas variables que pueden jugar en cualquier sentido; En determinadas situaciones o contextos pueden ser “oportunidades”, pero en otros “amenazas”. Las aparentes “fortalezas” se pueden volver “debilidades”, y viceversa. Así se podrán evaluar las distintas variables según el momento histórico mundial o regional, y la geopolítica imperante, con fuertes y determinantes gravitaciones en la economía.

Seguramente habrá otros enfoques, con distintas opiniones, visiones y jerarquización de las variables, pero lo cierto es que el momento es AHORA, y debemos poner todo nuestro énfasis en lograr los mejores resultados.

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Fuente: Perfil