El costo de estos vehículos  lo determina el desarrollo de las baterías y el precio de sus componentes en el mercado mundial. El 5 de marzo la Dirección Nacional de Industria autorizó la entrada al país de 500 vehículos eléctricos e híbridos a través de la Disposición 168/2021, con la limitación de la venta de autos de combustión prevista por el Poder Ejecutivo Nacional para 2041.

Aunque las autoridades han dado luz verde a la apertura de este nuevo mercado y con una baja de aranceles considerable, hay que tener en cuenta las condiciones en que se encuentra el país. Los vehículos híbridos, una mezcla de motor de combustión y tracción eléctrica,  y eléctricos puros que actualmente se ofrecen en el mercado son en su mayoría de alta gama, por lo que su precio, aún sin impuestos, es lo que hace dudar en cuanto a su venta de manera regular.

Principalmente el litio en el mercado mundial es muy caro y las baterías también tienen otros componentes requeridos. Si bien el precio de las baterías ha ido disminuyendo desde casi u$s1000 por kilovatio-hora (kWh) a u$s200 /kWh, y se prevé que siga mejorando para el 2030, sigue siendo considerablemente elevado para el panorama argentino. Además los modelos híbridos requieren una adecuación especial para aprovechar las ventajas de esta tecnología.

Otro factor preponderante es el tiempo de carga y el modo de conexión entre el vehículo y la red eléctrica, ya sea a través del sistema eléctrico existente o mediante la incorporación de estaciones de carga de carga rápida. Dicha actividad precisa de la generación de la mejora de la infraestructura actual y la incorporación de una red de puestos de carga específicos actualmente inexistente en el país, ya que sin ella es inviable la utilización de vehículos eléctricos puros en grandes distancias.Analizando el desarrollo de estos vehículos en Europa, queda reflejado que la cantidad de puntos de recarga necesarios ha crecido exponencialmente, pasando desde unos escasos 5.000 en 2011 a más de 160.000 actualmente.Este incremento de puntos de carga rápidos, los cuales permiten recargar hasta un 80% de capacidad de la batería en un plazo de entre 10 a 20 minutos, hacen factibles los largos recorridos sin pérdida de tiempo excesiva. Obviamente en Argentina es todo más difícil teniendo en cuenta su situación económica actual, la mirada debe estar puesta en los vehículos híbridos y en los híbridos enchufables. Estos brindan la posibilidad de seguir utilizando la infraestructura actual de las estaciones de servicio, lo que representa una ventaja fundamental frente a los vehículos eléctricos. Si bien existen vehículos que pueden enchufarse directamente a la red existente de 220V (la red domiciliaria), pero las recargas demandan entre 7 y 9 horas haciendo de esta carga un costo quizas hasta mas alto que el del combustible fósil. Un factor importante es la autonomía En el año 2011, la estaba en el orden de 70 km, alcanzando como los casi 100 km según el vehículo y tipo de uso. Hoy esos valores han sido ampliamente mejorados, llegando a un valor de más de 150 km como media y casi 500km de máxima según el vehículo.

La apertura tecnológica y de nuevos mercados trae consigo una numerosa cantidad de ventajas, así como también de nuevas problemáticas a las que hacer frente. La meta largoplacista de la limitación o eliminación de los automóviles a combustión interna brinda al Estado y a las empresas unos 20 años de ventaja para actualizarse con los requerimientos de esta tecnología. Queda mucho por hacer  pero ya se ha comenzado a transitar los primeros pasos.