El pago que realizan los usuarios residenciales es uno de los más bajos. La devaluación y el congelamiento de tarifas dispararon la incidencia de los subsidios que se espera sean mayores el año que viene.

Los usuarios del Sistema Argentino de Interconexión (SADI) pagarán un 54% del precio mayorista de la electricidad entre noviembre y abril. Y el Estado Nacional lo hará por el otro 46%, en una cifra que viene ascendiendo leve y progresivamente desde 2018.

La mega devaluación de la moneda aniquiló el proyecto del anterior gobierno de terminar su primer mandato con una cobertura del 90% por parte de los usuarios y de un 10% por medio de los subsidios, apenas.

Estos son los números que surgen de la reciente programación estacional de la sociedad mixta Cammesa, que administra el mercado eléctrico mayorista en conjunto con el Estado y los privados.

El costo de abastecimiento que pagan los Grandes Usuarios Mayores (GUMA), Grandes Usuarios Menores (GUME) y la Autogeneración es de $ 4955 por MWh, entre $ 4783 por el precio de la energía y de la potencia y $ 172 por el transporte. Según el tipo de cambio que se utilice para la conversión, ronda los USD 55 a USD 60.

En la punta más baja están los usuarios Ulta Electro Intensivo, con una cobertura del 35% ($ 1741).

Los usuarios residenciales, que canalizan su demanda a través de las distribuidoras, es un segmento que consume 30.797 GWh al año de energía y paga $ 2007 el MWh, un 41% del costo “real”.

Y en el otro extremo, donde existen menos subsidios es en la Demanda General No residencial con un consumo mayor a 300 kW, que abona $ 3152, valor que financia el 64% del costo de generar la energía eléctrica.

Las proyecciones públicas y privadas muestran que en 2021 los usuarios pagarán el 40%, mientras que el Estado Nacional subsidiará el 60%. Este pronóstico incorpora la certeza de que habría aumentos de tarifas el año que viene en los tres segmentos de la cadena eléctrica: la generación, el transporte y la distribución. Todavía no hay garantías de que eso ocurrirá en el año de las elecciones de medio término.

El precio monómico está congelado desde febrero de 2019. Como más de la mitad del parque eléctrico que se abastece con gas natural para las usinas, el costo del combustible incide en la determinación de los valores de la energía.

La tentación oficial fue derrumbar el precio con licitaciones spot y captar la renta del sector privado, lo cual demoró inversiones prioritarias para reponer reservas de gas y frenar el declino.

Las planillas oficiales a las que accedió Energía On exhiben que hasta el 27 de diciembre, el Gobierno había devengado transferencias por $ 319.401,56 millones para la política eléctrica.

El año que empieza serán $ 446.579 millones, por efecto de la inflación y el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), siempre que la suposición de concretar aumentos de tarifas finalmente se haga realidad en marzo y por porcentajes cercanos a los índices de precios.

Fuente: Río Negro.