Esta nueva herramienta financiera es una forma de inclusión frente a la exclusión del sistema bancario. Puede dar alivio financiero a muchas operadoras del sector.

El crédito suele ser una dificultad recurrente en las pequeñas y medianas empresas, más aún en nuestro país. Ni hablar hoy en plena cuarentena cuando lo importante es cruzar el río y llegar a la otra orilla.

La creación del instrumento de la Factura de Crédito Electrónica (FCE) ha sido innovador y ofrece una opción de financiamiento más que interesante a las pymes. Fue creada a través de la Ley 27440 de Financiamiento Productivo y constituye un título de valor negociable con las características de título ejecutivo. Un win-win para las empresas grandes y las pymes.

Estos nuevos documentos son de emisión obligatoria para todas las empresas pymes que le venden a empresas grandes, las que están obligadas a recibirlos y aceptarlos o rechazarlos en el plazo de 30 días.

Cuando una pyme debe emitir una factura a una empresa grande, los sistemas de AFIP verifican automáticamente en sus bases de datos e invalidan la emisión de comprobantes distintos a los establecidos por la nueva ley. Este hecho hace completamente inviable cualquier acuerdo entre una empresa grande y sus proveedores para que estos no le emitan facturas de crédito electrónicas.

La actual cesión de facturas frente a escribanos genera extracostos, atrasos por escribanías cerradas y enormes complicaciones en épocas de aislamiento e impulsa los nuevos modos de cobro a través de la FCE. Pero, además, y esta es la enorme ventaja de las FCE, es que ¡incrementan la capacidad crediticia de la pyme!

No es la panacea ni la solución a todos los problemas financieros, pero sin dudas un instrumento con enormes beneficios y con foco en empresas que están cobrando con transferencia o con cheque de pago diferido emitido a más de 30 días fecha de factura, y para aquel que ya venía descontando, ¡mucho más fácil y económico!

Las ventajas para los proveedores pymes con el nuevo sistema son muy marcadas y relevantes:

1- Los requisitos para poder operar con esta nueva modalidad son mínimos y sin moverse de su domicilio y el proceso digital para poder descontar una FCE es sencillo y rápido.

2- El costo financiero será significativamente inferior al que actualmente se materializa a través de la cesión de factura por escribano.

3- Acceso a tasas de interés muy competitivas para capital de trabajo, muy inferiores a las tasas bancarias promedio a las que acceden hoy las pymes.

4- No se requerirá calificación de crédito.

5- No implicará endeudamiento para la pyme (será “sin recurso”).

6- No ocupará línea bancaria.

7- No aparecerá en central de riesgos de BCRA.

Incluso para aquellos que habitualmente no necesitan financiamiento, representa una gran ventaja contar con un instrumento que se puede descontar instantáneamente en caso de alguna necesidad puntual y significa también un ahorro financiero para las grandes empresas.

Se habilitó la negociación de las FCE en el mercado de capitales a través de agentes de Bolsa y plataformas digitales autorizadas por la CNV en las cuales los inversores que compran estas facturas son bancos, financieras, empresas de factoring, fondos comunes de inversión o inversores, sociedades de crédito no financiero, inversores institucionales, cooperativas de crédito y mutuales.

Un enorme potencial, y no es el proveedor/cliente que va en busca de crédito por las entidades bancarias y financieras, sino que varios de estos inversores, quienes ofrecen financiar estas FCE.

Pablo Sanucci, CEO de Invoitrade (primera plataforma de negociación 100% digital), describe: “El ecosistema Fintech tiene como desafío proveer herramientas de gestión, cobro y pagos digitales, sin papeles y con reconocimiento biométrico”.

Esta nueva herramienta financiera es una forma de inclusión frente a la exclusión del sistema bancario. La FCE ha llegado para quedarse y puede brindar un alivio financiero para muchas de las pymes que operan en Vaca Muerta.

*Exsecretario de Energía de la Provincia de Neuquén

Fuente: Río Negro.